LUIDDY JHONARY MENDEZ ORTIZ

Mentiste con aroma Cuando empecé a creer en ti que no recuerdo si te ame, tanta era mi inquietud, y yo sin ti no supe que hacer; amarme era poco para mí en este inframundo hecho de penas y amor, poco amor para mí; mas eran las lágrimas que mis propias penas. Más castigo fue escuchar tus mentiras entrar por mi olvido, y más causo dolor al volver amar, sentí el mismo aroma con que cesaron las flores del río, se hirió la hiel de las almas que se marchaban con martirio. 

¡Te extraño!..   Son esas mis palabras Y más no puedo decir, El atónito silencio se interpuso en mis labios, Me siento tan solo si no estoy contigo, Amanezco en mi silla a esperar al alba Y sin embargo no alumbra mi corazón, No puedo ser tan paciente Y prefiero vivir la muerte. Es tan bonito el día y tan callada la noche, Si no estás se aparta la luna, Se vuelven sonámbulos los amaneceres Y rompe en quejas mi pena, Un mar de lágrimas se apodera de los mares. Es tan bonito si me callo por un instante Y detengo el tiempo de la vida, Pero es tan triste ver la vida Inundarse en recuerdos al no verte. Te amo Jeniffer.

Mírame a los ojos, y miremos juntos Lo azules que son los mares; Es bonito pararse frente al mar, Con la persona que tanto amas, y la vas amar. Detengamos el futuro que no ha de venir, Mírame antes de que oculte el sol Pero no me mires con odio, aun quiero vivir Con la paz, con el infinito de mi lado. Apaga tu reloj y detén el tiempo en mi corazón, Pon tus manos en mi pecho Como aplausos que da el amor, Pon en tu vida un camino de senderos enamorados. Pero no me dejes mirando solo Lo que juntos construimos con las olas del mar, y que juntos hicimos de este un lugar para el amor, Pero no para estar solo en esta soledad. Extraño tomar tus manos en este lugar, Y aun pienso que es realidad lo que juntos Sabíamos hacer, mirarnos los ojos Y prometernos amor, hasta que los ojos De la santa muerte se apiade de los dos.   Jhonary Mèndez Ortiz

Un día el diablo llego a vivir al Ecuador con toda su familia de malas intensiones, cansado de haber caminado tanto por el mundo llego a nuestro país y se enamoro de lo rico y bello que era el Ecuador. Desde entonces nuestro país se caracterizo como el inframundo, una nación que parecía un horno caliente de panes quemados, los problemas sociales venían desde arriba con presidentes que eran derrocados como pan caliente. Vivíamos tiempos duros para el trabajador y las elites bajas, mientras el diablo enamorado de tierra ecuatoriana empezaba a gobernar con sus hijos Astaroth y su hija Hécate ; para nosotros el mundo era mitológico y la crisis se situaba en cada parte del Ecuador, donde no vivíamos personas, éramos seres terroríficos que actuábamos en contra de nuestro país, principalmente dejábamos de ser ese Ecuador heroico que triunfo en Pichincha, para empezar a ser seducidos por la pereza, la vanidad y las filosofías racionalistas.  El diablo se adueño de las políticas que se